Excursion

Como no todo son carreras y ahora hay un parón de cuatro semanas, bueno, pues mientras el equipo técnico intenta poner el chasis en orden, voy a compartir con vostr@s un paisaje más del lugar donde vivo: la Caixa.
Se trata de un lugar espectacular, un sitio de esos donde la cultura local ha ido creando leyendas.
Una de esas cuenta de un responsable de las finanzas locales que escondió los bienes que cuidaba, para no perderlos, al pie de La Caixa, luego se olvidó del lugar (hoy, los que hacen desaparecer los dineros públicos, no tienen disculpas tan imaginativas y que nos dan la esperanza a generaciones venideras de buscar el tesoro perdido).
Otra dice que allí hay plantas que curan todo y, de hecho, los pastores llevaban a las ovejas enfermas a pastar allí; de ahí viene quien considera que es un lugar de aquelarres.
Nuestra excursión fue más sencilla, sólo vimos un rebaño de cabras montesas y ni brujas, ni tesoros (aunque sí, las olivas negras aquéllas que compartimos eran uno para el paladar).
Desde allí hay unas espectaculares vistas del Matarraña y parte del Bajón Aragón (incluida la chimenea de Andorra) y, sobre todo, del Pantano de Pena, construido entre 1908 y 1930, bajo la dictadura de Primo de Rivera: se llega por dos túneles excavados en la roca... bueno, ¡hay que verlo!.
En la foto salen parte de los excursionitas, Miguel, Carmina y Arturo (el del sombrero a lo guarda de Yelowstone).
Como veis, si estas vacaciones no tenéis donde ir, el Matarraña es una buena opción.