Después de escribir en anterior post, y mientras alrededor mío revolotea un murciélago que ha entrado por la ventana que tengo abierta para evitar el calor (tendré que sacarlo antes que lo descubra el perro o el gato), he vuelto al tema de Red Bull y Turquía, pero no para seguir con la polémica o ahondar en la herida, que a estas alturas creo que ya está dicho todo.
Me planteo las secuelas que este asunto van a dejar en Vettel.
Antes del GP de Turquía era un piloto bien valorado, tanto por su profesionalidad como como por su físico o su forma de ser: resultaba una persona simpática y un claro candidato a escribir su nombre en la historia de la F1, del que se publicaba un comic de promoción que lo situaba en el 2325 como campeón de la Federación Internacional de Astronáutica (FIA).
Pero una maniobra desafortunada y una pésima gestión de los acontecimientos han transformado esa idílica imagen en la de un "niño favorito", un resentido, una ambicioso, un inmaduro, un prepotente... mientras antes no se dudaba de su capacidad, ahora se ha llegado a cuestionar hasta los motivos de su liderazgo en Red Bull y la posibilidad de alcanzar el campeonato este año.
Webber salió inmediatamente a dar explicaciones (el mismo lunes colgó un vídeo), pero Vettel guardó silencio hasta el jueves, un silencio que fue profanado por las intervenciones de determinados miembros del equipo: Helmunt Marko se manifestó abiertamente en su favor y más tímidamente Christian Horner. El efecto ha sido doblemente perjudicial para la imagen del piloto alemán: por un lado se le ha identificado con el poder establecido alimentando una sana rebeldía contra él y por otro Webber ha sido percibido como la pieza débil, con la que pronto hemos sentido una natural empatía, llegando a ver conspiraciones e intereses donde posiblemente sólo hubiera pasiones y errores.
El resultado de todo este embrollo es que el accidente de Turquía se ha convertido en la noticia más comentada y que más titulares ha generado de este campeonato y que entre todos nos hemos cargado la reputación de Vettel, y eso no parece justo.
Ahora, en el próximo GP de Canadá, debería intentar congraciarse con su afición y no me refiero en el aspecto deportivo, sino intentar contactar con esa parte humana de quienes seguimos esto.
El gran maestro de las disculpas, Lewis Hamilton, ha hecho muchas cosas mucho más censurables de la maniobra o el gesto de Sebastian, pero enseguida ha puesto su carita de niño que no ha roto nunca un plato, ha pedido discuplas, ha asegurado que nunca volverá a ocurrir y que ha aprendido de sus errores; en cambio Vettel se ha encerrado en sí mismo (y posiblemente en la camarilla de aduladores que generalmente rodean a los personajes públicos), sin tener en cuenta que esa misma actitud, y por una cuestión de su estricta intimidad personal (y sexual) le costó a Bill Clinton uno de los mayores escándalos de las presidencias americanas, sólo superado cuando salió a pedir disculpas ante el pueblo y ante su mujer.
No sé lo que hará Vettel, pero tendrá encima la presión de sentirse mirado por todo el mundo, y quizás sólo un gesto natural, espontáneo y real hacia Webber, algo que realmente nos seduzca, podrá congraciarle con la afición.
Ojalá lo consiga.
Creo que quien realmente puede haber perdido es Webber y si no al tiempo. Por mucho que digan en su equipo hay gente que se la va a guardar. Vettel es todavía joven. ¿No nos acordamos de Alonso a su edad?
ResponderEliminar@J.Arce: totalmente de acuerdo contigo, porque pienso que Webber ha perdido todas las opciones de ganar este año (y no va a tener muchas más posibilidades); lo que Vettel ha perdido es imagen ante la afición... pero eso posiblemente se supere con un título mundial.
ResponderEliminarEvidentemente que va a tener repercusiones para Weber, o mejor dicho ya las tenia.
ResponderEliminarHa quedado mas que claro cuales son las ordenes de equipo. A una le mandan "ahorrar" y el otro ataca.
Weber hizo muy bien, muy pocas oportunidades mas le quedan
@Luis Miguel: El problema de imagen es para Vettel y el de resultados para Webber
ResponderEliminar¡Me encantan Webber y Vettel en cómic! A mí Seb me gusta, y me gusta mucho, un error se le perdona a cualquiera, y todos merecemos una oportunidad. En la F1las imagenes de un GP se quedan anticuadas en cuanto llegan las del siguiente, por lo tanto, ya en Canadá se habrá disipado bastante el mal sabor de boca q nos dejaron las de Turquía. El alemán tiene madera de campeón, carisma, garra, es competitivo, no pasa desapercibido, da vida a las carreras, y sería más glamuroso para RB q fuese él quien se llevase el título y no Webber. Pronto estará todo más q olvidado.
ResponderEliminar@Cavallino: con tus palabras demuestras una generosidad y grandeza de corazón notables que hacen que comprta tus deseos.
ResponderEliminar@Luna: cuídate la espalda, que te tiene que durar toda la vida, y un niño pequeño es una prueba de hierro; será por solidariodad con la edad (no con la que tiene que ya la quisiera, sino por lo que representa) pero el caso es que a mí también me parece más interesante Webber.