Ya ha empezado la temporada de verdad.

No, no me refiero a la pretemporada de F1 en que Sergio Pérez ha colocado a Sauber en los titulares del día o McLaren ha puesto una burbuja al morro para ver si consiguen dar con el remedio al coche dolorosamente lento.
Por fin ha empezado la temporada de Jon, y en su cita inicial, el Pulguita nos ha puesto la adrenalina rebosando hasta por los bolsillos.
El sábado amaneció con una lluvia persistente que nos hizo temer un desastre de debut; el desafío era difícil, no sólo porque se trataba de un circuito nuevo (y precioso por cierto, porque Marlon ha puesto todo lo que se puede esperar de un circuito), y de un motor que nunca había probado (muy diferente en prestaciones al Rotax con que habitualmente rueda), sino porque es un formato de campeonato en que prima la igualdad mecánica (los motores son sorteados).

Aspecto de la pista bajo la lluvia

En la primera tanda de entrenamientos libres, el motor no arrancó, por lo que Jon no pudo dar ni una vuelta; en la segunda, después de la última curva se le salió la cadena.

Jon intentando infructuosamente colocar la cadena

Esos problemas hicieron que sólo pudiera hacer una tanda de libres, siempre con lluvia; pero a la hora de la crono clasificatoria, dejó de llover, aunque las condiciones de la pista obligaron a rodar con ruedas y reglajes de lluvia: marcó el cuarto mejor tiempo.

Al ir a entrar en el parque de neumáticos, se declaró la carrera en seco, lo que obliga poner slicks; la pista todavía tenía alguna zona húmeda, en que se iban formando montoneras en las distintas categorías.

Una de las muchas montoneras, esta vez de los pequeños

El reto se ponía todavía más difícil: era la primera vez que Jon rodaba con Bridgestone en un Kf3.

La salida fue impecable, ganando el interior, por lo que salió ya de la primera curva en primera posición, que perdió en la tercera vuelta al entrar en la curva de final de recta (que además es en bajada) con las ruedas mojadas; quedó relegado a la penúltima posición.

Pero, tal como describía Senna su carrera perfecta, empezó una remontada espectacular, hasta llegar a la segunda posición en que la bandera de cuadros interrumpió su progresión, rodando casi a un segundo más rápido que el piloto que le precedía.

El segundo cajón del podio cerró una jornada de sábado en que, además de como padre, como aficionado me emocionó la forma de conducir del Pulguita, sin un solo error.

Jon recogiegiendo su merecido trofeo

Esa noche Jon tenía un compromiso con la Gala del Motor Turolense, ya que debía recoger su premio como mejor deportista joven promesa: el viaje, la cena y la vuelta fueron agotadores; para su rendimiento del domingo hubiera sido mejor no acudir, pero quería estar con la gente que le iba a homenajear.

En la gala del motor

Y efectivamente, el domingo amanecimos bostezando; la lluvia había dejado paso a un día soleado y ya en los primeros giros la pista se secó y fue acumulando goma: el mayor agarre es más exigente físicamente y se notó en el ritmo de Jon, tanto en la crono como en carrera, lo que no le impidió progresar en su aprendizaje, protagonizando varios adelantamientos. Finalmente, con los brazos doloridos, teminó en octava posición una accidentada carrera.

Accidente que obligó a sacar bandera roja

Este resultado le coloca entre los pilotos de cabeza en el campeonato, manteniendo íntegras todas las opciones para la lucha por el podio final.

El trabajo de Óscar y Pedro para poner el chasis en su sitio fue perfecto, sorteando con maestría las muchas dificultades que el día y el motor de sorteo nos fue poniendo: Arakart ha demostrado todo su potencial técnico.

trabajo de equipo

También resultó perfecta la organización, tanto por parte del circuito como de Doble Pista.

Juan y Alex estuvieron siempre atentos a lo que iba pasando.