Mujeres en la Fórmula Uno

Acaba de cumplir 17 años y ya está a las puertas de la Fórmula Uno, en el equipo Manor Competition que ayudó a Hamilton y Raikkonen en su camino: se trata de Alice Powell, con una imagen que no rehúye de los tópicos femeninos: el color rosa es predominante en su equipo.

María de Villota, que acaba de obtener la superlicencia por si es llamada por Campos, y Carmen Jordá han traído a la actualidad el tema de las mujeres pilotando en Fórmula Uno; pero la historia arranca de lejos, ¿me acompañas a dar un paseo por ella desde el punto de la mujer en una actividad tradicionalmente de hombres, en la que en ocasiones no eran bien vistas las mujeres, llegando a oír de un director de la carrera que “el único casco que una mujer debe usar es el de una peluquería”.

Corría el año 1958 y con 32 años, a bordo de un Maserati, debutaba en Mónaco la italiana Maria-Theresa de Fillipis, que había comenzado su andadura en el automovilismo por una apuesta con sus hermanas; un año después, en el mismo circuito y al volante de un Porsche se retiraba: corrió cinco grandes premios y abrió el camino a la posibilidad que la mujer corriera en la Fórmula Uno; actualmente es presidenta del Maserati Club.

Italia, entonces cuna de las principales escuderías, dio la segunda mujer al volante de un Fórmula Uno; para eso hubo que esperar hasta 1974, en el gran Premio del Reino Unido, donde Maria Grazia Lombardi (conocida como Lella Lombardi) pilotó un Brabham-Ford. Llegó a participar en 17 grandes premios, llegando a obtener medio punto en el accidentado Gran Premio de España de 1975, donde quedó sexta a los mandos de un March-Ford, entrando en la historia por ser la única mujer que ha puntuado. Se retiró al año siguiente, tras correr con 35 años el Gran Premio de Austria. No pudo ganarle la carrera al cáncer y murió poco antes de los 51 años.

Poco antes que Lella se retirara, debutaba en el Gran Premio del Reino Unido de ese mismo año, con 32 años, la británica Divina Gálica, pilotando con el número 13 un Surtees-Ford, no pudiendo terminar la carrera. Corrió tres grandes premios, el último de ellos el de Brasil de 1978. Su carrera deportiva empezó en el esquí (fue olímpica) habiendo participado en varias categorías automovilísticas, sector al que continúa vinculada.

Cambiamos de continente y de hemisferio y tenemos que ir hasta Sudáfrica para encontrar a la siguiente mujer, Desiré Wilson, que, con un Williams en las manos participó en un único Gran Premio, el del Reino Unido de 1.980. También lo intentó en otras disciplinas automovilísticas, marchando a los Estados Unifdos, donde corrió las 500 millas de Indianápolis, aunque no llegó a clasificarse; allí dijo que "Los muchachos me acepten como un conductor y un competidor, estoy aquí para competir y ganar, al igual que los chicos: este es un asunto muy grave para todos nosotros". En la foto la vemos con Emilio Villota, con quiern compartió circuitos.

No nos movemos de Sudáfrica donde en 1992 empezó el Campeonato del Mundo la italiana Giovanna Amati, que llegó a la Fórmula Uno después de hacer la travesía tal y como actualmente la conocemos; corrió las tres primeras pruebas, en que no pudo clasificarse, cediendo su asiento del Brabham Judd a Damon Hill que terminó el campeonato.

Hoy en día hay muchas mujeres corriendo con la vista puesta en la F1, María de Villota con la superlicencia en el bolsillo, María Jordá en la recámara, Danica Patrick dando vueltaa en los ovalos de la Nascar (debutó en un sexto), Alice Powell en la antesala, y Laura Aparicio, Julieta Fernández y Vir, entre otras muchas, enque desde el karting son el futuro que esperamos se haga realidad.

Laura Aparicio

Vir

JuliFernández

Revista sobre la participación de mujeres hasta los 70.