jueves, 19 de mayo de 2011

¡INDIGNAOS!

¡Indignaos! es el texto del nonagenario pensador y activista de los derechos humanos Stéphane Hessel que corre por Internet y se desparrama por las baldosas de la Puerta del Sol, levantando la conciencia de los jóvenes ante el Estado de la desesperanza.
Me gustaría expresar mis sentimientos contradictorios como ciudadano y como candidato, pero este es un blog de F1 que debe mantenerse al margen de los dictados de la política; es cierto, ¡pero no de la conciencia!.
En un mundo global donde la distancia entre la pobreza y la riqueza es cada vez mayor (en lo que nos afecta a España, no hace falta más que mirar en las imágenes de la televisión el sustrato social de los “refugiados” del terremoto de Lorca), nosotros (perdón, “yo”, porque hablar en primera persona me hace más responsable de mis pensamientos), decía, yo rindo culto a una manifestación deportiva empeñada en una descontrolada huida hacia delante en la búsqueda del “siempre más”: más velocidad, más potencia, más agarre, más aerodinámica… más glamour, más audiencia, más poder, más dinero… para Montmeló están agotadas las entradas "La Suite Gold Pass” ¡que tienen el indecente precio de 1.806 €!, aunque todavía se pueden adquirir las de “Paddock Club” que cuestan sobre 3.000 Euros.
No estoy en absoluto contra este deporte, al contrario, estoy muy a favor, pero me indigna la gestión que se hace del mismo, dejando los valores que suponen su práctica (esfuerzo, sacrificio, superación) eclipsados por el sonido de los motores, los colores llamativos, el champán desbordante, la falta de tela en la vestimenta de las chicas que ejercen funciones meramente decorativas y un inútil desarrollo tecnológico encaminado a satisfacer las vanidades de sus creadores y patrocinadores.
Me indigna, y mucho, que una persona borracha agreda a otra y en lugar de condenar esa despreciable acción se justifique la violencia, simplemente porque ocurra en una zona vip de una prestigiosa discoteca asiática y el agresor sea un piloto de F1.
Esa no es la F1 que yo quiero. La evolución tecnológica de la F1 tuvo su sentido cuando era el motor del cambio en la industria automovilística, impulsando desarrollar una tecnología que permitiera fabricar coches más rápidos y a la vez más eficientes y más seguros. Pero se ha perdido esa utilidad y ahora se gastan millones en desarrollar unos tubos de escape y unos alerones delanteros, inútiles para los coches de calle; después se gastan millones en clonarlos para, al final, gastarse millones en prohibirlos porque a la larga, perjudican al otro negocio, el que llena de culos sedientos de poder los asientos de los “Paddock Club” y las "Suite Gold Pass" y de anodinos circuitos países con sus economías empeñadas para los próximos decenios (el último, Grecia).
A veces siento que pierdo la esperanza y que este blog, como una botella que flota en el océano con un mensaje en su interior, es la única herramienta para seguir transitando por la F1 sin caer en la indiferencia de quien renuncia a cambiar su realidad: desde la Puerta del Sol nos están diciendo que podemos, que aún podemos hacer las cosas de forma diferente, que debemos exigir que paguen las crisis (económicas, sociales, políticas o económicas) quienes la causan, en lugar de enriquecerse con las soluciones que ellos mismos nos proponen (otra vez perdón, quería decir “nos imponen”).
Aplaudo propuestas como las de formula1blog, porque absurdas situaciones como la creada con el desarrollo y posterior prohibición (ahora postergada ¿?) del uso de los escapes “sopladores” con fines aerodinámicos modificados mediante el mapa motor, imponen la cordura: parece sensato crear un órgano consultivo de fabricantes de coches de calle (¿de la F1 cuántos todavía fabrican coches de calle?) que sean quienes dirijan la evolución tecnológica de los coches con fines de maximizar la eficacia, tanto en el consumo y rendimiento, como en la seguridad.
En ciertas categorías deportivas, el deportista se valen de diverso instrumental para llevar a cabo la actividad, como los balones usados en fútbol o baloncesto, cuyas características han ido variando con el paso de los años para mejorar el rendimiento deportivo o la seguridad (por ejemplo, protecciones en caso de deportes de contacto). En los deportes de motor, el deportista debe valerse de un coche; en el actual sistema de Ecclestone, este principio básico se ha invertido, siendo los diseñadores de prototipos quienes se valen de los deportistas: me indigna la utilización del ser humano y la perversión de los valores deportivos sometidos al principio de la máxima productividad, del máximo rendimiento, del máximo beneficio... de unos pocos.
El domingo hay carreras de F1 y hay elecciones municipales y autonómicas en España; en una mano tengo mi conciencia social y política y en la otra mi afición: entre ambas, hoy sólo transita un sentimiento de ¡indignación!.
“Cada cual fabrica su destino, no tiene en ello parte alguna la fortuna”
(Miguel de Cervantes); "yo soy el dueño de mi destino; yo soy el capitán de mi alma" William E. Henley.

13 comentarios:

  1. Estimado José Luis,
    Te leo muy indignado estructuralmente, que es el peor cabreo para el poder. Igual es la situación de desesperanza española, de la F1 o no sé, pero este sentimiento de darte cabezazos contra la pared sin que esta se mueva, y levantando solo indiferencia a tu alrededor, también lo tengo. Quizás es que somos una especie en extinción, la de las personas que quieren un mañana mejor que el hoy.
    Saludos y ánimo

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  2. @Primo de Anónimo: ese es el mensaje que nos transmiten desde las plazas desde los países árabes hasta la Puerta del Sol: contra la indiferencia, ¡indignación!; a lo mejor no conseguimos cambiar el mundo, pero es tan hermoso intentarlo;
    @Anónimo: (hoy está toda la familia por aquí): cada sí es un grito de aliento, gracias:
    @Noe_Izumi: gracias; estoy contagiado (enamorado) por la ilusión del cambio y espero que esta marea no acabe el 22M sino que nos movilice y genere la inercia suficiente;

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  3. Yo vivo la constante contradicción de seguir un deporte extremadamente capitalista como este y odiar el capitalismo extremo al que nos han llevado bancos, políticos y multinacionales corruptas.

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  4. @J.Arce: según como vives esa contradicción, los sentimientos pueden variar: cabreo/violencia, indignación/ilusión, decepción/apatía... la nueva propuesta es la movilización social o interna;

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  5. Yo de política prefiero ni hablar, porque me cabreo con semejante chusma... ¡y pensar que son nuestro reflejo!

    Pero de F1... creo que todos estáis muy alarmistas. Realmente, la F1 goza de bastante buena salud, con records de audiencia y con el tan esperado sistema de adelantamientos funcionando a la perfección. A disfrutar mientras dure.

    Cuando se termine el asunto, sin problema alguien abrirá otro chiringuito similar. Ya está, arreglado. Y si no, pues nos pasamos a la Indy, o al WTCC, o a los rallies, o simplemente, a llenar el tiempo con otra afición.

    saludos

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  6. @Martin Herzog: de política no podemos hablar, porque viene la Junta Electoral y nos cierra el chiringuito; por eso hablamos de sociedad, de gente, de personas que viven y sienten y de otras personas, muy pocas, que solo quieren más, más y más, siempre más...

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  7. Disfrutemos de nuestra F1 y del deporte y dejémos de política que por lo menos a mí me aburre y me irrita,además de no entender nada... pero tampoco es que tenga mucho interés por los temas políticos.
    Saludines!!

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  8. Hola Jose Luis:
    lo que tendriamos que hacer es salir todos a la calle y mandar a esta panda de politicos a freir esparragos.
    Y el domingo a Montmelo y a la vuelta a votar

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  9. @Mónica: ya están a punto de arrancarse los motores en Montmeló; ya veremos lo que nos depara este fin de semana, pero parece que el ambiente es de optimismo;
    @jaume101: por lo pronto ya hay gente en las plazas... y posiblemente dentro de un rato en los accesos a Montmeló: tú que vas a estar allí, disfrútalo un montón y luego nos cuentas;

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  10. Qué cabreo llevas amigo.
    Ayer no fui a votar. No sólo por indiferencia, que la tengo y mucha, al menos por las municipales, no fui simplemente porque no me acordé. Sin comentarios. La verdad es que ni votando ni sin votar se cambia nada, el mundo sigue su evolución imparable.
    Las entradas que dices, esas carísimas, se vendieron todas, pero en las gradas sólo había setenta y pico mil de personas, la segunda vez que fui éramos ciento cuarenta y pico mil. Esta claro, lo que más más, y los que menos menos.
    Pero las carreras son las carreras, a disfrutar todo lo que se pueda que son cuatro días.

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  11. Pues yo ya he pensado hacer una #acampadaFIA en la sede de la FIA por la prohibición del alerón trasero a Ferrari,aunque apenas le diese ventaja.

    Saludos

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