Fortuna para ser piloto o fortuna por serlo

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Hoy es el día en que Esteban Guerrieri, el joven piloto argentino, se ha impuesto en la carrera de las World Series by Renault, disputada en el circuito belga de Spa Francorchamps, mientras seis españoles subían al podio de las carreras de MotoGP celebaradas en Jerez; también es cuando nos enteramos que Ferrari ha estado probando su versión del “conducto F” en Vairano o cuando leemos que Fernando Alonso está dispuesto a frenar más tarde en Montmeló y acelerar antes.
Pero la noticia que me llama la atención del día la leo en el periódico británico Sunday Times, que ha publicado la lista de los 100 deportistas mas ricos del mundo; curiosamente, en la lista no hay ninguna mujer, pero en cambio sí hay varios pilotos de carreras; entre el top ten están Johnny Dumfries (tercero con 110 millones de libras), Eddie Irvine (5º con 80 millones de libras), Jody Scheckter (6º con 60), Dave Richards (7º y 58 millones de libras), David Coulthard (8º con 50), la misma cantidad que atribuye a Nigel Mansell que coloca en 9ª posición y el décimo aparece el primer piloto de F1 en activo, Jenson Button Motor a quien aribuye una fortuna de 43 millones e libras.
Estos datos me han hecho dudar sobre si se ha hecho ricos con las carreras o a las carreras llegan los ricos, por lo que ha pasado un rato buscando biografías.
Johnny Dumfries, séptimo Marqués de Bute y ex compañero de Ayrton Senna en Lotus en que corrió la temporada de 1986 haciendo un total de 3 puntos, es heredero de una de las familias más antiguas y aristocráticas de Escocia.
Eddie Irvine era ya millonario, a través de inversiones inmobiliarias, antes de llegar a la Fórmula Uno (fuente), donde llegó con 28 años y pilotó durante varias temporadas con los equipos Jordania, Ferrari y Jaguar, llegando a quedar segundo en 1999 con la Scudería.
Jody Scheckter, de quien no he encontrado datos de su fortuna anterior a su paso por la F1, pero que él si amasó una importante cantidad de dinero con la venta de una empresa de fabricación de armas de fuego y simuladores para la formación de la policía militar y los organismos de seguridad, invirtiendo en ayudar a las carreras de sus hijos en el deporte del motor (fuente) llegando su hermano Ian a competir también en la F1 desde 1974 a 1977.
Dave Richards, de cuyo origen anterior a la competición del automóvil en la categoría de rally tan sólo ha trascendido que era contable, ha estado vinculado a Prodive y Aston Martin, y en el año 2000 compró a Bernie Ecclestone la compañía International Sportworld Communicators (ISC) que tenía los derechos televisivos y comerciales del World Rally Championship.
David Coulthard David ha sabido explotar bien sus contratos publicitarios y ha invertido sabiamente tras 15 temporadas en la Formula 1, habiendo llegado a ser el segundo escocés mejor pagado en 2008, detrás del tenista Andy Murray (fuente).
Nigel Mansell, de origen humilde, trabajó como ingeniero aeroespacial en Lucas Engineering antes de abandonar su profesión por las carreras de coches; decidió comenzar a correr en la Fórmula Ford contra el consejo de su padre y contra la escasez de dinero que disponía, llegando a vender su casa y coche para poder alquilar un monoplaza para proseguir con su carrera. Llegó a la F1 a los 27 años y llegó ser campeón una temporada (1992) y subcampeón tres (1986, 1987 y 1991), siempre con Williams.
Jenson Button, hijo de John Button (el de la foto) que fue piloto de carreras de rally (fuente), le compró un kart y le llevó a un campo de aviación para correr con él: lo demás es historia. En el 2009 Jenson había logrado amasar una fortuna de 30 millones de libras a pesar de no ganar una sola carrera en sus primeros 112 intentos.
¿Es el deporte del motor una competición de personas con fortuna?; me gustaría conocer datos de otros países, pero en España, como norma general, podemos decir que sí, porque los costes de las carreras desde los inicios son cuantiosos y se deben sufragar con los recursos familiares o con muchos sacrificios y muchas privaciones, ante la falta generalizada de patrocinios o ayudas oficiales que, de hecho, miran a este deporte como de ricos (“que se dedique a la gimnasia, que sólo necesita unas zapatillas”, respondió hace poco un responsable político de deportes a una petición de ayuda por parte de unos padres).
Ya hace uno meses escribí un post titulado “padres ricos para todos” ante la llegada a la F1 de algunos pilotos “de pago” y pese a que la reducción de costes es una de las pretensiones de la FIA, la práctica sigue estando alejada de una realidad social.
Valga como un mero ejemplo la competición donde participamos: se ha publicado el Reglamento de la próxima competición que incluye la necesidad de pagar alquiler por el equipo de telemetría, del que hasta la fecha sólo era necesario dejar una fianza para garantizar su devolución.

Casa de Johnny Dumfries