Primero que todo
Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace en menos tiempo de lo esperado.
Me gusta la gente con capacidad para medir las consecuencias de sus acciones, la gente que no deja las soluciones al azar.
Me gusta la gente estricta con su gente y consigo misma, pero que no pierda de vista que somos humanos y nos podemos equivocar.
Me gusta la gente que piensa que el trabajo en equipo, entre amigos, produce más que los caóticos esfuerzos individuales.
Me gusta la gente que sabe la importancia de la alegría.
Me gusta la gente sincera y franca, capaz de oponerse con argumentos serenos y razonables.
Me gusta la gente de criterio, la que no se avergüenza de reconocer que no sabe algo o que se equivocó.
Me gusta la gente que al aceptar sus errores, se esfuerza genuinamente por no volver a cometerlos.
Me gusta la gente capaz de criticarme constructivamente y de frente; a éstos los llamo mis amigos.
Me gusta la gente fiel y persistente, que no fallece cuando de alcanzar objetivos e ideas se trata.
Me gusta la gente que trabaja por resultados. Con gente como esa, me comprometo a lo que sea, ya que con haber tenido esa gente a mi lado me doy por bien retribuido.
De ese estilo de gente a la que el escritor agradece ser como es, creo identificar alguno entre los cinco pilotos que este año luchan por el campeonato: para mí Button y Fernando (y tengo que incluir aquí a Pedro de la Rosa aunque ya no esté en el circo) representan esas cualidades, mientras que Hamilton y Vettel son la otra cara.
Como alguien ha dicho:
Imposible ganar sin saber perder.
Imposible andar sin saber caer.
Imposible acertar sin saber errar.
Imposible vivir sin saber revivir.
La gloria no consiste en no caer nunca, si no más bien en levantarse todas las veces que sea necesario.
Y ESO ES ALGO QUE MUY POCA GENTE TIENE EL PRIVILEGIO DE PODER EXPERIMENTAR.
Bien-aventurados aquellos que ya consiguieron recibir con la misma naturalidad el ganar o el perder, el acierto y el error, el triunfo y la derrota…
A lo mejor debería bastarme saber quien es más rápido y quien es capaz de hacer más adelantamientos (sin echar de la pista al rival), pero quizás sea porque ya se escucha el susurro de las hojas al caer, hoy busco algo más en aquéllas personas a las que sigo con admiración: la sensibilidad, el coraje, la solidaridad, la bondad, el respeto, la tranquilidad, los valores, la alegría, la humildad, la Fe, la felicidad, el tacto, la confianza, la esperanza, el agradecimiento, la sabiduría, los sueños, la humildad, el arrepentimiento, y el amor para los demás y propio.
Estimado José Luis,
ResponderEliminarEs muy difícil encontrar gente como la que presenta Don Mario. Pero no en el circo de F1, sino en la vida actual. La que la mayoría de humanos nos comportamos como autistas con nuestra propia especie, sin sentir ninguna empatía por nuestro vecino con necesidades, mientras que para compensar montamos campañas gigantescas y desproporcionadas para salvar el bicho más raro y más lejano a nosotros. O tempora, o mores!
Quizás por eso que es difícil encontrarlos, si lo hacemos, "con haber tenido esa gente a mi lado me doy por bien retribuido".
ResponderEliminarBuenas Pulguita!
ResponderEliminarPreciosa entrada!
No dices mas verdades porque no cacian en el texto.
Creo que no quitaria ni una sola coma ni punto de lo que pusiste.
Falta mucho para el proximo fin de semana? (De esta me cuelga! Pero despues de las sidras porfa!)
Besotes familiares
Rosa
PD:El besote mas grande ya sabes para quien es...
Me encanta la entrada, de verdad ;-) Da gusto leer cosas así un día tan gris como hoy
ResponderEliminar@Luna: me alegro que te haya gustado Don Mario con quien me he quitado los nervios para esperar que llegue el fin de semana: última carrera del Campeonato de Aragón en la que Jon tiene que defender el primer puesto y primera de las finales que quedan en la F1; se recogen los besos (el del Jon se lo hago llegar a sus sueños, que ya está en la cama, y los hago recíprocos a Dani y Jose;
ResponderEliminar@Carlos García-Alcañiz Mena: si ha servido para que el día te haya resultado un poco más luminoso, entonces ha merecido la pena la entrada;