Lo de Vettel no fue un fallo mecánico, sino un error humano.

Una de las mayores crueldades de este deporte es la dificultad de reconocer el trabajo del ganador: las noticias y blogs se han llenado de mensajes del estilo de “Fernando no hubiera ganado si no hubiera fallado el motor de Vettel”.
Ya en el post de después de la carrera y viendo el gráfico (hay quien lo acaba en la vuelta 31) decía que no es posible que una bujía se rompa en la vuelta 35 y se arregle sola en la 42; entonces achaqué la caída de potencia del motor a una mala gestión de pilotaje (recalentamiento, por ejemplo).

Ahora As publica que en la Fórmula 1 hay un lema claro: nunca muestres tus carencias ni delates tus errores. Eso es lo que hizo el domingo Red Bull, que tapó un fallo estratégico con los problemas en una bujía. El motor bajó algo su rendimiento y sonaba a cascajo, pero no perdió tanto por ese motivo como lo que vimos en carrera. Sebastian Vettel tuvo que ralentizar su ritmo porque desde boxes vieron que no tenía gasolina suficiente para terminar la carrera. En el inicio del gran premio el alemán exprimió su motor con el mapeado de máximo rendimiento y esto disparó sus consumos. Aunque el director de Red Bull, Christian Horner, haya dicho en F1 que "después de la tercera vuelta fuimos capaces de reducir el combustible, porque no era necesario", el gráfico le contradice ya que después de la 3º vuelta Vettel sigue incrementando el ritmo, lo que no parece ser compatible con cerrar el grifo.
Fernando ganó por méritos propios, y lo hubiera hecho tanto si Vettel hubiera reducido su ritmo al principio de carrera para administrar mejor su combustible, como si no, porque Alonso era mucho más rápido, llegando sin dificultad cuando quiso a Vettel.
Otra de las crueldades de este deporte es pretender obtener ventajas alegales (en ocasiones ilegales del todo, aprovechando faltas de verificaciones en determinadas ocasiones) para corregir las deficiencias de los pilotos: Mercedes y McLaren vuelven a dar una lección de mal juego al pedir un segundo cambio de neumáticos obligatorios: si hay que hacer los grandes premios a su medida, porque son ellos quienes son incapaces de adaptarse a los grandes premios, es que no serán tan craks, ¿verdad?.
Fernando es un piloto del que todos debemos aprender (dentro y fuera de la pista), porque sabe administrar la gasolina cuando se restringe o los neumáticos cuando los stints son largos y ganó en Bahrein por méritos propios y no porque fallara Vettel, porque él no necesita aprovecharse de los errores ajenos ni de las lagunas de los reglamentos: posiblemente Bahrein haya sido el primer capítulo de una nueva era de la F1.

Como este tema me acelera el ritmo interior (ha sido un año de escuchar el mismo runrun, negando el valor de Jon en el logro de su título), para alegrar el ánimo os dejo el link donde podéis escuchar el Andaya de los 40 dedicado a Fernando, con una copla graciosa: para escucharlo haz clik aqui.