A vueltas con las ruedas.

Las ruedas son uno de los pocos elementos con que los directivos de la F1 pueden jugar para dar un mayor espectáculo sin tener que alterar la reglamentación oficial.
No se si detrás de la decisión de Bridgestone a la hora de elegir los compuestos existen presiones para favorecer adelantamientos en pista, pero si vemos el cuadro comparativo con los del año pasado, vemos que hay un endurecimiento de los compuestos, en algunos casos hasta en dos grados. Se pudo haber elegido por unos neumáticos más blandos, y por tanto con un mayor agarre mecánico y más rápida degradación, lo que hubiera exigido hacer más paradas para cambiarlos, o por los compuestos más duros que permiten un stint más largo pero con menor agarre y, por lo tanto, con más posibilidades para el error humano.
Espero que esta decisión sea acertada y nos permita más estrategias de pilotaje y menos de entradas en el pit lane, haciendo más interesantes las carreras.
Si en Mónaco no llueve, con la poca adherencia que tiene el circuito urbano, es de esperar un gran espectáculo para mantener en pista unos coches supercargados y con unas gomas medias y frías.
Por lo pronto quedan dos días para que hablen los verdaderos protagonistas.
Ah, ¿os habéis fijado en el detalle del post anterior?: Edo Bendinelli, preparador físico de Alonso, hace referencia al error que cometió en Bahrein en la Q3, lo que avala algo que ya había comentado y es que la pole de Vettel se debió a su indudable acierto, pero también al fallo de Fernando, que no sabemos hasta donde podía haber llevado su F10 descargado de peso: esperemos conocer ese límite en Albert Park.